W350 El rascacielos de madera más alto del mundo.
En Japón, un país asiático cubierto por bosques en dos tercios de su superficie terrestre y con una añeja tradición de construcción en madera, la empresa Sumitomo Forestry se ha propuesto construir en la capital, Tokio, el rascacielos de madera más alto del mundo para conmemorar su 350 aniversario.
Esta estructura, construida en un 90% de madera y 10% de acero, tendría 70 plantas, con una altura total de 350 metros y se espera que quede concluida en el año 2041. Se ha estimado que la construcción de la inmensa torre, a la que se ha llamado W350 y albergará 8,000 hogares, hoteles, oficinas y comercios con árboles y vegetación en los balcones de cada planta, requerirá de aproximadamente 185,000 metros cúbicos de madera.
En la nación nipona, ubicada en una de las zonas más propensas a los terremotos del planeta, se han favorecido mucho este tipo de construcciones; de hecho, en 2010 se aprobó una ley por la cual las empresas constructoras están obligadas a emplear madera para levantar edificios públicos de al menos tres plantas. El proyecto del rascacielos considera una estructura de tubo, con refuerzos diagonales para controlar la vibración y columnas de acero lo protegerán durante la ocurrencia de sismos, además, al ser la madera más ligera que el concreto, la construcción estaría expuesta a menos impacto en caso de un evento telúrico.
Sin embargo, la idea no es novedosa ni original y mucho menos exclusiva de Japón, pues podemos encontrar rascacielos de madera en prácticamente todas las regiones del mundo; desde unas oficinas en Minneapolis, Estados Unidos, hechas en gran medida con materiales procedentes de árboles muertos por una plaga de escarabajos de pino, hasta el bloque de pisos de estudiantes Brock Commons de 18 plantas y 53 metros de alto localizado en Vancouver, Canadá, que es por ahora, el edificio de madera más alto del mundo.
Aliado ecológico
La huella de carbono de un material está formada por todos los gases de efecto invernadero que se emiten para producirlo; las construcciones de acero y concreto tienen una huella de concreto que se estima es responsable del 5% y 8% respectivamente, de las emisiones globales. Sin embargo, la madera almacena ese carbono en lugar de devolverlo a la atmósfera ya que los árboles lo capturan y queda fijo en sus paredes luego de haberlo absorbido a lo largo de su vida.
Las soluciones constructivas basadas en madera pueden presentar un desempeño similar y en algunos casos, superior al de otros materiales; pero además, el uso de madera es la alternativa de construcción con la más baja huella de carbono, ya que es el único material cuyo uso ayuda a reducir el CO2 de la atmósfera, contribuyendo a mitigar el cambio climático.
Al presentar el proyecto, la empresa maderera explicó que el objetivo es crear ciudades ecológicas sustentables que se transformen en bosques, logrando un entorno más respetuoso con el medio ambiente; sin embargo, su realización no está libre de importantes desafíos.
En primer lugar, hay que considerar la indispensable resistencia al fuego como un factor clave, pero a diferencia del acero, la madera se mantiene más estable a nivel estructural cuando se somete a temperaturas elevadas y este requerimiento se resolvería usando madera lámina cruzada – CLT, por sus siglas en inglés –un material de construcción que se utiliza cada vez más y que está diseñado específicamente para ser resistente al fuego.
Por otra parte, construir un rascacielos de madera es mucho más costoso que uno con otros materiales. Para el W350 se ha calculado una inversión necesaria de unos 5,600 millones de dólares, que representa casi el doble de lo que haría falta para construir una torre convencional del mismo tamaño, aunque la empresa espera que los avances tecnológicos permitan reducir esta cifra antes de 2041.
Con información de BBC Mundo publicada el 20 de febrero de 2018.
