ESCUELAS TOPAHUE:
Arquitectura con identidad regional

Durante la XV edición de Expo Edificare en el estado de Puebla estuvieron los principales representantes del proyecto de Escuelas Topahue conformado por los despachos de Horno Taller de paisaje y arquitectura, NEGRO arquitectura y ATL diseño + arquitectura; quienes presentaron a los arquitectos y constructores invitados, cada detalle acerca de este proyecto comenzando por su planeación, diseño del proyecto, ejecución y su conclusión.

INTRO
Como parte de los programas del gobierno de México, la SEDATU creó el Programa De Mejoramiento Urbano “Mi México Late”, el cuál en el año 2019 propuso, en colaboración con la UNAM, una serie de proyectos urbanos y de equipamiento para mejorar lugares socialmente vulnerables en diferentes partes de la república y poder cubrir diversas necesidades de la población.
El conjunto escolar Topahue se llevó a cabo a partir de premisas de diseño como la integración visual y volumétrica con el contexto existente, la adaptación a las condiciones climáticas y de asoleamiento intenso de la región, la incorporación de vegetación nativa, y la integración al medio construido mediante el uso de materiales producidos localmente. Se buscó la creación de un conjunto arquitectónico funcional, en el que los habitantes cuenten con los espacios óptimos para el desarrollo de las actividades propias de la educación como: enseñanza, aprendizaje, desarrollo humano integral y esparcimiento. Todo esto en un espacio seguro, confortable y de bajo mantenimiento.

VISITA AL SITIO
Para vistas generales del proyecto se estableció la dirección que tendría este siendo un proyecto de Arquitectura y arquitectura de paisaje en el área de educación (jardín de niños y primaria) ubicado en el estado de San Luis, Río Colorado, Sonora; México, con un área de predio 9,951.85 m², con una superficie permeable de 1,993.92 m² una superficie construida en PB 4,266.36 m², estacionamientos, plazas y andadores de 2,192.53 m², una reserva para ampliación de 1,499.04 m² y una inversión de $21,672,607

Para la proyección del proyecto se contempló que las escuelas Topahue contaría con el plan maestro integral entre diseño artístico y paisajismo, contando con:
Espacios paisajísticos tanto urbanos como neutrales
Espacios arquitectónicos
Zonas deportivas
Patio central
Aulas de clase
Aulas comunas y de administración
Espacios cubiertos con estrato arbóreo
Espacios cubiertos con cubierta ligera
Bancas
Zona con sombra vegetal
Cruces seguros
Bahías vehiculares
Vialidades, plaza, senderos y estacionamientos
Zona de amortiguamiento
Alumbrado público
Acceso unificado
Barda alta
Barda baja con vegetación
Áreas de interacción social
Tabique recocido
Incorporación del paisaje natural

Para la construcción de la escuela en una de las áreas marginadas del estado de Sonora, se llevó a cabo un análisis integral de las circunstancias, teniendo en cuenta tanto los factores climáticos como los sociales. Este análisis abarcó la consideración de varios elementos, incluyendo los vientos predominantes que podrían causar erosión del suelo, así como las temperaturas máximas y mínimas promedio de la región norte del país. También se evaluaron las probabilidades diarias de precipitación en la zona, tomando en cuenta las temperaturas promedio que oscilaban entre 25 °C y 90 °C.
Parte de la propuesta incluye fomentar, desde una edad temprana, el sentido de identidad, admiración y respeto hacia la comunidad, el paisaje y el territorio entre la población.
Durante el proceso de construcción, se utilizaron materiales autóctonos de la zona y se tuvo en cuenta la fauna local, con una perspectiva que valoraba aspectos arquitectónicos, paisajísticos y urbanos. Este enfoque buscó establecer un diálogo armonioso entre el espacio interior y exterior, con el objetivo de crear una identidad compartida por ambas escuelas, en sintonía con su entorno urbano y regional. Además, se desarrolló un diseño bioclimático e integral para abordar los desafíos climáticos y sociales presentes en el recinto. Siendo un centro educativo, aprovechamos los espacios al aire libre para extender la enseñanza más allá del aula. Esto proporciona a los alumnos un conjunto más amplio de herramientas para un desarrollo físico, social, emocional y cognitivo óptimo. Al diseñar los espacios, tuvimos en cuenta una perspectiva ambientalmente responsable y sensata, adaptándonos a las necesidades específicas de cada grupo de edad.
Se diseñaron espacios multifuncionales y flexibles que, conectados entre sí, brindan a los niños un campo de juego para desfogarse, descubrir su entorno, interactuar socialmente y desarrollar habilidades sensoriales y cognitivas, siempre al alcance de la supervisión de adultos. Se moldearon los jardines, las plazas y el mobiliario para sugerir y ofertar posibilidades de juego y aprendizaje a través de 7 lineamientos centrales: 1. Aventura (retos físicos y misterio), 2. Fantasía e imaginación (libertad de generar juegos creativos), 3. Aliados de los animales (conexión con animales en hábitats naturales), 4. Mapas y caminos (fomento a la exploración espacial a partir de la posibilidad de tener muchas rutas y destinos), 5. Lugares especiales (refugio privado, aislamiento momentáneo), 6. Pequeños mundos (lugares que fomenten la creación de escenarios imaginarios para la recreación de eventos de la vida real), 7. Cazar y recolectar (observar el entorno y construir con y a partir del mismo).

RESULTADOS Y USO ACTUAL DEL ESPACIO
Una escuela de diseño arquitectónico sumamente innovador ha optado por utilizar ladrillos y concreto aparente en su construcción. Sus techos inclinados sirven para reducir la exposición solar y guiar el agua hacia los patios. Además, el diseño incorpora plantas autóctonas y cuenta con canchas multiusos de concreto pulido.
Esta escuela está ubicada estratégicamente en una zona de crecimiento limitado en La Grullita, San Luis, Río Colorado, Sonora. El colegio representa un punto de referencia en la ciudad, un lugar que ofrece servicios, educación y entretenimiento de una manera atractiva, segura y única.
El diseño se concibe como una fuente constante de sorpresas, donde se fomenta la fantasía, la imaginación, el conocimiento, los sueños y el color. Aquí, todo tiene múltiples usos y posibilidades: se puede caminar sobre techos o paredes, asistir a clases de gimnasia al aire libre, jugar baloncesto en alturas, o explorar un invernadero o un jardín aromático.
El proyecto busca abordar de manera sencilla, organizada y práctica las necesidades del programa educativo, integrando el edificio construido con el entorno de la parcela asignada. Las relaciones arquitectónicas entre los edificios dan forma a los espacios abiertos y los patios, creando un ambiente integrado y funcional.