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Los temblores en México y sus afectaciones.
Por: Dr. Eduardo Ismael Sánchez
En México, durante el 2018 hasta 2022, se registraron un total de 142 mil 340 sismos y fue en el primero de esos años cuando se contabilizó la mayor cantidad de movimientos tectónicos y en qué meses se presentaron más movimientos:
 2018 = 30,350 eventos sísmicos siendo el mes con más actividad sísmica febrero
 2019 = 26,418 eventos sísmicos siendo el mes con más actividad el mes de marzo
 2020 = 30,110 eventos sísmicos siendo el mes con más actividad el mes de enero
 2021 = 28,914 eventos sísmicos siendo el mes con más actividad el mes de septiembre
 2022 = 29,548 eventos sísmicos siendo el mes con más actividad el mes de noviembre

Se observa claramente que el año con mayor actividad sísmica en los últimos tiempos fue 2018. Sin embargo, el mes más activo fue septiembre de 2019, cuando se registraron 215 eventos sísmicos de menor magnitud. Esta concentración de actividad sísmica durante septiembre ha alimentado la percepción social de que este mes experimenta un aumento en la frecuencia de sismos. Esta percepción está respaldada por el análisis de datos realizado por el Servicio Sismológico Nacional, el cual reporta que los movimientos telúricos con magnitudes superiores a 6 grados, perceptibles por las personas y capaces de causar daños estructurales, son más frecuentes durante este período.

Durante septiembre, el Servicio Sismológico Nacional registró 57 eventos sísmicos de magnitud superior a 6 grados en las zonas de mayor riesgo sísmico. De estos eventos, el 24.56% ocurrieron específicamente en el mes de septiembre. Estos datos contribuyen a fortalecer la creencia colectiva de que este mes es particularmente propenso a sismos significativos. Es por esta razón que los simulacros nacionales de preparación para sismos se llevan a cabo durante este mes, además de conmemorar los trágicos eventos ocurridos en los sismos de 1987 y 2017.

Se registraron niveles significativos de intensidad sísmica en las estructuras con un periodo corto (0.3 segundos), según se observa en la ordenada espectral correspondiente a dicho periodo. Se han detectado aceleraciones espectrales del orden de 100 cm/s2. Es altamente probable que estas condiciones de intensidad sísmica provoquen daños en las estructuras, especialmente en aquellas de 1, 2 o 3 niveles que no cumplen con las normativas de diseño sísmico establecidas. Además, las construcciones que ya presentan daños anteriores y que no han sido sometidas a procesos de rehabilitación son particularmente vulnerables en estas circunstancias.

Índices de riesgo en construcciones de baja calidad y sus causantes
La Ley Federal de Obras establece en varios de sus artículos la importancia de considerar la relación entre la calidad de las obras y el nivel de vulnerabilidad. Cuando no se cumplen los estándares de calidad en la infraestructura, esta puede sufrir consecuencias graves, desde daños mínimos hasta el colapso total, especialmente frente a movimientos sísmicos o con el paso del tiempo.

Uno de los principales factores que influyen en la calidad de los materiales, o su ausencia, es la corrupción. Un estudio realizado por el Instituto Mexicano Para la Competitividad (IMPCO) reveló un aumento significativo en los riesgos de corrupción en las adquisiciones del gobierno federal entre 2021 y 2022. En el año 2023, se constató que el 71% de las instituciones federales incrementaron su riesgo de corrupción en obras públicas.

Cuando se finalizan obras públicas con materiales de baja calidad o faltantes, o sin cumplir los lineamientos de la ley, se compromete la integridad completa de la infraestructura, aumentando el riesgo de daños a corto o largo plazo. Esto es especialmente preocupante dada la frecuencia y magnitud de los movimientos sísmicos en México. Por lo tanto, seguir rigurosamente los lineamientos de la Ley Federal de Obras es crucial para la planificación y ejecución de proyectos, dada la amenaza inminente de daños o colapsos que, en el peor de los casos, pueden costar vidas humanas.

Los funcionarios públicos implicados en actos de corrupción en obras pueden enfrentar hasta 10 años de prisión y multas de hasta 2.8 millones de pesos, dependiendo de los daños causados a la infraestructura y a las personas afectadas.

Es importante destacar que México enfrenta un alto riesgo de movimientos tectónicos de diversas magnitudes, desde leves temblores hasta sismos masivos. Por lo tanto, al planificar una obra, se debe considerar su capacidad para resistir sismos de hasta 10 grados en la escala Richter durante un periodo de 50 años, con mantenimiento constante y renovaciones periódicas.

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